«Vivimos un estado de sitio militar y policial», afirma Miguel Paz

GERARDO MORÓN SÁNCHEZ

«Venezuela vive un estado de sitio militar y policial», denunció este viernes ex el diputado Miguel Ángel Paz.

La crítica es el el contexto de la cantidad de alcabalas o llamados puntos de atención al ciudadano, lo que Paz considera «la incompetencia para frenar el hampa y el narcotráfico» y por otro, «una medida de amedrentamiento a la protesta pública».

«Aquí no escapamos a esta dura realidad, están contabilizadas 23 alcabalas en las tres vías más transitadas (Falcón-Zulia; Morón-Coro; Coro–Punto Fijo-Los Taques). Lo agravante de todo ello es la aplicación de revisión de equipaje y documentación en cada una de ellas y exclusivamente a los usuarios del transporte público y carga, conformada los primeros mayormente a personas humildes que son bajados de las unidades en forma humillante ante la actitud escrutadora y desafiante de los funcionarios de la Policía Nacional Bolivariana (PNB) o la Guardia Nacional Bolivariana (GNB)»

La denuncia la hizo el ex diputado Miguel Ángel Paz. Foto: Archivo

Paz dijo entender «que ante la ausencia de apoyo tecnológico o de perros adiestrados o la de mecanismos de inteligencia policial para detectar estupefacientes o sustancias psicotrópicas por vías terrestres, en su mayoría de poca cuantía, mientras que impunemente circula en los desguarnecidos espacios aéreos y marítimos así como el contrabando de extracción».

Expresó que «esa práctica de control militar-policial se ha puntualizado en los últimos días como muestra de una involución; estamos retrotrayente al país de alcabalas impuesto por el régimen del sátrapa Juan Vicente Gómez».

Miguel Ángel Paz, a propósito de la crítica, hace un «llamado de atención público al gobernador del estado, Víctor Clark, para que detenga este fuero impopular, necio y degradante, propia de países atrasados. Debe ordenar mayor coordinación entre los uniformados.
Si es cierto que es su responsabilidad garantizar y resguardar la seguridad, convivencia y paz ciudadana, también lo es restringir el uso de esta práctica odiosa que nos conduce a la incivilidad», sentenció.